La Falsocracia española: Capítulo II

Hoy abordaré el tema de los presidentes del gobierno. Durante años, desde los medios de incomunicación masivos y la cultura popular con reminiscencias del fascismo más rancio de la época franquista han convencido a la masa de que el sistema democrático se basa en elegir cada 4 años entre dos borregos que predican lo mismo, pero sus partidos tienen diferentes siglas, y el resto del tiempo pasarlo en casa, esperando las soluciones.

Esta es una idea tan generalizada, que no nos damos cuenta de que la "democracia" actual no es más que elegir a nuestros tiranos cada 4 años. Poniendo el ejemplo actual del PP, sabiendo que hay mayoría absoluta, este colectivo puede llevar a cabo todas las propuestas que crean necesarias para el país, incluso si éstas van contra el propio electorado que les votó. Y hablando del PSOE no hay ninguna duda. El desastroso sistema democrático del que "gozamos" ha dejado que el PSOE mostrara su verdadera faceta, vendiéndose una vez más al neoliberalismo y poniendo el culo caundo la canciller alemana, o el medio metro francés vino a decir a un paleto con traje y corbata lo que el pueblo español debía hacer. Y eso desembocó en que durante 3 años el PSOE lamiera la bota de sus líderes europeos inyectando miles de millones de euros a la banca, creando "flexibilidad" (flexibilidad, para el empresario, por supuesto) a la hora de la contratación, inyectando en la industria del automóvil millones de euros, modificando la constitución sin referéndum a la población... Disculpad, ¿seguía hablando de un partido que se autodenomina socialista?


En resumen, la falta de participación ciudadana en la vida política (que curiosamente la odiada batasuna, actualmente Amaiur, está eliminando su población) es una característica de este país, y del mundo en general sine qua non la política chapucera parece no poder sobrevivir. Por eso se eleva a la categoría de divinos a los políticos, por eso se considera de mal gusto hablar de política, por eso la gente calla y agacha la cabeza cuando se les pregunta la opinión, por eso los medios de incomunicación dan apenas cobertura a nuestro derecho a intervenir en la política y sus programas de debate son meros "Sálvames" y "Norias" donde se gritan cifras unos a otros. La política se ha conseguido suprimir tanto en este país, que cuando un movimiento como el 15-M pretende exigir una política justa, tienen que venir cadenas de otros países como Cubavisión para dar cobertura al hecho mientras las cadenas nacionales llaman perroflautas e insultan a aquellos que buscan una sociedad mejor.


La historia de los presidentes españoles y sus actitudes antidemocráticas se remonta desde los comienzos de la falsocracia en España. Desde los futuros recortes en toda la vida social española, hasta la nueva reforma laboral donde los trabajadores serán convertidos en casi esclavos, el globo sonda del copago que ya nos acecha y nos lo venden como una manera de regularizar la sanidad pública, los fondos cada vez más retirados de las escuelas públicas que harán la población más inculta para seguir en el monstruo del bipartidismo y decenas de problemas más que desembocarán en miles de personas saliendo a la calle para protestar será lo que traiga el PP.


Sin hablar de la constante traición y decepción que trae el PSOE a la izquierda desde Felipe González, una rata amiga del peor espécimen ultraderechista subhumano después de Nixon que vio parir EEUU: Ronald Reagan. Después de repetir hasta la saciedad que no nos metería en la OTAN y que España sólo sería miembro no participativo hasta él mismo se lo creyó, y actualmente hemos vendido bombas a Israel para bombardear escuelas palestinas, hemos bombardeado los 6000 civiles muertos durante la rebelión de Libia, hemos entrado en la antigua Checoslovaquia para añadir más leña al fuego de un pueblo desgastado por la guerra. Pero no pasa nada. Cuando Aznar envió tropas a Irak (en contra del 91% de la población) todos los socialistas salieron con una pegatina de NO A LA GUERRA en el pecho, para un año después callar cuando Zetaparo envió más soldados españoles a morir a Afganistán y Libia.

¡Despierta! Son el mismo perro con distinto collar. Ese es el juego de la presidencia en este país. Se votan caras, se votan siglas, se votan promesas falsas, se votan colores y palabras melosas; y así nos olvidamos de votar ideales, así nos olvidamos de pedir lo que es nuestro, así permitimos que nos gobiernen cual dictador rotativo, así nos olvidamos que sus promesas las incumplen, que sus sonrisas eran por lo que se iban a embolsar, que sus siglas no simbolizan los verdaderos ideales por los que dicen luchar, los colores vuelven a usarse para disfrazar la misma causa y las palabras vuelven a cautivar una población políticamente dormida. Con los ojos vendados. Como muertos en vida resucitados cada 4 años para alimentar la megalomanía de nuestros señores. Así, amigos, es como muere la democracia.

El próximo capítulo tratará a nuestros verdaderos amos y señores: Los mercados.