Carta abierta al presidente de la nación

Señor Rajoy:

Hoy hacen ya seis meses desde que usted está en el poder. Seis meses, los cuales vienen tras prometer al ciudadano de a pie la salida de la crisis. Desde un discurso populista, demagogo y lleno de mentiras (toda la población puede comprobarlo ya) vertió basura sobre la política del señor Zapatero a sabiendas de que esa misma política, desde una línea más dura, sería la que tomaría su partido. 
Un gran analista político dijo una vez que cuando gana la derecha en unas elecciones, no es que haya ganado, es que ha perdido la izquierda. Su voto tal y como ha pasado desde hace años, viene de una minoría de la población con conciencia de clase que sabe lo que le interesa económicamente. Llamémosle burguesía aunque usted no crea en esas cosas de rojos. Y aprovechando la desastrosa gestión de un gandúl y un patán, vergonzosamente llamándose socialista, ha conseguido que el pueblo le vote como castigo al PSOE. Es tremendo el domino del bipartidismo, es tremendo el control de la población.

Tomando sus declaraciones anteriores al 20-N vemos un discurso muy izquierdista, en contra de la subida del IVA y de los impuestos a los trabajadores, en contra del abaratamiento del despido, en contra de los recortes en educación o sanidad, en contra de la reforma laboral del PSOE, en contra de la inyección de dinero público a los bancos. En definitiva, en contra de lo que usted lleva haciendo estos últimos 6 meses. Jamás las dos caras de la misma moneda se han visto tan claramente en este país. Tomando el último año de la trsite historia política de este país queda claro que sus políticas son calcadas a las del señor Zapatero.

Más claro me queda aún su hipocresía y su falta de profesionalidad cuando me doy cuenta de que ninguna de las medidas que usted ha llevado a cabo estaban en su programa electoral, es más las despreciaba cual convencido marxista. Este hecho debería ser considerado una clara ofensa al principio democrático, demostrando una vez más que la democracia en este país es una mentira. Una mentira que usted se empeña en destrozar una y otra vez. Tras haberle votado la población española, no por sus capacidades (recordemos que usted es el político peor considerado de España) sino por la falta de capacidades del "contrario", por un programa que no está siguiendo y llevando a cabo una política no abierta al diálogo sino puramente dictatorial alegando la dichosa mayoría absoluta llego a la conclusión de que usted es un peligro para la democracia.

No sólo eso, sino que su última maravilla financiera, no lo llamaremos rescate porque parece que le tiene fobia a esa palabra, en otros tiempos sería considerada alta traición. A cambio de dinero para los empresarios, banqueros y burgueses en general, cuya mala gestión la estamos pagando todos con dinero público, ha cedido usted la soberanía nacional a los órganos neoliberales de Alemania y la Unión Europea. La poca dignidad y soberanía que le quedaba a España tras el Tratado de Maastricht (no hablemos ya de la constitucionalización del déficit llevada a cabo por el PSOE y el PP) ha sido regalada a poderes ajenos a los intereses de la población.

Es usted el peor presidente de la historia de España, a la altura de Aznar, pero este útimo colega suyo, a pesar de ser franquista hasta la médula, le tocaron tiempos de "bonanza" y las clases bajas no sufrieron (tanto) con él. Usted está llevando a cabo un genocidio institucionalizado contra el proletariado y sus políticas sociales van a dejar a la población española al nivel de un país del tercermundo. Auténtica vergüenza es lo que siento cuando usted se llama a sí mismo patriota o nacionalista en fiestas fascistas como la de la Hispanidad cuando es usted el que más martiriza y tortura a la población española. 

La pobre escusa de la herencia recibida no le sirve señor Rajoy. No le sirve cuando sus comunidades autónomas (sobre todo Madrid y Valencia) ocultaron los datos del déficit al anterior gobierno. No le sirve cuando la crisis actual deriva del impresionante desastre financiero que supuso la burbuja inmobiliaria, la cual parte de la ley de suelo de 1998, que curiosamente propuso su compañero de partido Aznar. No le sirve cuando las mismas medidas que tomaron los señores neoliberales del PSOE las está tomando usted, el doble de duras. 

Dijo usted que no subiría el IVA y ya lo ha subido y planea subirlo este verano de acuerdo a las condiciones del rescate. Dijo usted que no abarataría el despido, y ya es gratuito en determinadas circunstancias. Dijo usted que no tocaría las pensiones, y los jubilados ven sus pensiones mermadas debido al copago farmacéutico. Dijo usted que no era partidario de un "banco malo", y ha inyectado 23.000.000.000 de euros a Bankia, lo cual cuadriplica el presupuesto de nuestra "cara" sanidad. Dijo usted que España no iba a ser rescatada, y ya nos han inyectado 100.000.000.000 desde la Unión Europea. Dijo usted que España no está al borde del abismo, y en esto lleva razón, está cayendo por el abismo y a este paso la veo estampándose dentro de poco.

Sin embargo, a pesar de ser un mentiroso, demagogo, populista, anti-democrático, carecer de ética profesional y de sensibilidad alguna por la situación de los necesitados en España; debo felicitarle. Debo felicitarle porque jamás las calles han estado tan en ebullición. Ha conseguido usted despertar a las clases bajas, crear conciencia de clase. Lo que décadas de discurso socialista no ha conseguido, lo ha hecho usted en 6 meses de recortes y medidas anti-proletarias. Los mineros son solamente el inicio, y debo admitir que son un muy buen inicio. Ya dijo el señor Kennedy (uno de los suyos) que aquellos que hacen imposible la revolución pacífica harán inevitable la revolución violenta.

Tiempo al tiempo señor Rajoy, recuerde que quien siempre miseria recoge rabia.